Saber leer una carta náutica es una competencia esencial para cualquier navegante, independientemente del tipo de embarcación o del nivel de experiencia. Aunque hoy en día los sistemas electrónicos de navegación están al alcance de todos, las cartas náuticas tradicionales siguen siendo una herramienta insustituible, especialmente en situaciones de emergencia o cuando se requiere una planificación precisa.
En este artículo revisamos los fundamentos de la lectura de cartas náuticas y cómo aplicarlos en la navegación costera y de altura.
Una carta náutica es una representación gráfica de una porción del mar y sus zonas costeras adyacentes. A diferencia de los mapas terrestres, las cartas náuticas están diseñadas para la navegación y muestran información crítica como:
Profundidades
Relieves submarinos
Peligros
Balizamiento
Ayudas visuales
Características de la costa
Corrientes
Zonas restringidas y más
Se presentan orientadas al norte geográfico, y su precisión es fundamental para una navegación segura.
Indica la relación entre las distancias de la carta y las reales.
Ejemplo: 1:50.000 = 1 cm equivale a 500 m reales.
A menor número, mayor detalle.
Mostradas en metros o pies (según la carta).
Referidas al nivel de marea baja más baja.
Muy importantes cerca de la costa o al fondear.
Líneas que unen puntos con la misma profundidad.
Ayudan a visualizar canales navegables o cambios bruscos en el fondo.
Rocas, bajos, pecios, redes, etc.
Cada símbolo tiene un significado: consulta siempre la leyenda.
Aparecen con detalles como:
Color y forma
Ritmo y alcance de la luz
Sectores iluminados
Son claves para la navegación nocturna o por enfilaciones.
Permiten ubicar tu posición con latitud y longitud.
Se expresan en grados, minutos y décimas de minuto.
Se trazan con regla náutica o compás de marcación.
Puedes calcular tu rumbo, medir distancias y estimar el tiempo de navegación.
Estudiar previamente la zona de navegación, identificando posibles peligros, puertos alternativos y zonas de resguardo.
Utilizar siempre cartas actualizadas, ya sea en papel o en formato digital. Las modificaciones en el fondo marino, balizamiento o instalaciones portuarias son frecuentes.
Combinar carta en papel con sistemas electrónicos, nunca depender exclusivamente del GPS. La carta es un respaldo esencial.
Familiarizarse con los símbolos internacionales recogidos por la Organización Hidrográfica Internacional (OHI), especialmente si se navega en aguas extranjeras.
Cartas didácticas disponibles en escuelas náuticas o tiendas especializadas.
Simuladores y apps como Navionics, OpenCPN o cartas vectoriales online.
Material de estudio de titulaciones como PER, Patrón de Yate o Capitán de Yate, que incluyen ejercicios prácticos con cartas.
La carta náutica sigue siendo el recurso más completo y fiable para navegar con seguridad. Aunque uses tecnología, la carta te da el contexto, te obliga a analizar y te prepara para lo inesperado. Por eso, todo buen navegante debe dominar su lectura y uso.
Ya sabes cómo leer una carta náutica, pero… ¿sabes por qué sigue siendo importante en la era digital? Descúbrelo en el artículo Navegar con carta y compás: ¿siguen siendo útiles en la era digital?, donde explicamos cómo combinar lo tradicional con las herramientas modernas para una navegación más inteligente y segura.